.: HOMENAJE A LA EFECTIVIDAD

viernes, 13 de mayo de 2011

HOMENAJE A LA EFECTIVIDAD

Quero felicita a Quiroga tras fabricar
ambos el 1-0 al Cartagena. (Mykel)

Las Palmas pone en práctica un ‘catenaccio’ versión canaria para sacar lustre a los goles de Quiroga y Pollo. El Cartagena tuvo el balón pero no supo qué hacer con él cuando encaró la muralla amarilla

Una defensa inmensa, nutrida, serena y coordinada fabricó en la noche del jueves una de las victorias más importantes de la UD Las Palmas esta temporada. No hubo esta vez instante de tregua para los amarillos, parapetados en torno a Barbosa en el intento de evitar que el dominio incesante del Cartagena tuviera sentido. El balón fue para el conjunto visitante; los puntos para la escuadra de Juan Manuel. Fue un ‘catenaccio’ versión canaria, un homenaje a la entrega y a la efectividad. Ningún reproche puede existir porque el éxito del triunfo lustra una actuación que requería esta integridad defensiva para salir de tan delicada situación como la que pintaba después de los tres últimos resultados. La victoria, además, se fragua con la portería canaria intacta. ¿Qué mejor síntoma de una recuperación para el equipo más goleado de la división?.

Las Palmas jugó el partido que le convenía y, además, el guión se escribió prácticamente como hubiera deseado su estratega. En la primera aproximación Quiroga enviaba el balón a las profundidades del orgullo del Cartagena, proporcionando la ventaja con la que uno de los dos equipos podría poner a prueba los nervios de su oponente. El gol del argentino fue excelente. Se escondió entre los dos defensas centrales visitantes y esperó el centro de Quero. Parecía que no iba a tener opción al remate pero se estiró el aire, alargó el cuello y con la testa firmó un remate imparable, picando el cuero. Un tanto de los de antes, a lo Santillana.

Esa escasa renta fue motivo suficiente para el repliegue canario. Javi Guerrero se convirtió prácticamente en el tercer pivote defensivo, acompañando a los sacrificados Vicente Gómez y David González. Mientras Armiche y Quero retrocedían posiciones para ayudar en el trabajo de fontanería a los laterales. Y el mismo Quiroga aparecía una y otra vez en defensa, cuando el Cartagena ejecutaba acciones de estrategia, para alejar balones e incordiar. Las Palmas selló todas las fisuras de su retaguardia, sin perder la concentración un segundo; el Cartagena controlaba el balón y lo llevaba de lado a lado, pero en las proximidades del área canaria encontró un terreno arenoso que le impidió avanzar los metros finales. Notó quizá la ausencia de un jugador avispado e intuitivo que adivinara la puerta del laberinto en que el equipo albinegro se metía cada vez que cruzaba la línea central del campo. Y es ahí donde el ausente Víctor se hacía presente.

La melodía del encuentro no varió hasta la aparición de Jonathan Viera. El canterano le cambió la presencia a la UD porque fue el más osado, estirando las jugadas de contragolpe cuando también se percibieron espacios tras la espalda enemiga. Intentó cerrar el partido pero esto no ocurrió hasta diez minutos antes de la conclusión. Todo le salía esta vez a Las Palmas. Quero se quedó sin ángulo para un buen disparo y cruzó el balón en el área. Lo pasó entre las piernas de un zaguero y lo envió a Pollo que, por fin, encontró su momento de gloria. El sureño añadió el 2-0 en el marcador que sólo pudo alterarse con un penalti malogrado por Toché a causa de una gran ‘tapada’ de Barbosa. Ni siquiera así pudo marcar el Cartagena, que convirtió su gran final en la gran decepción. En cambio Las Palmas ve otra vez la luz, a cinco puntos de distancia de un abismo que parece reservado para otros.