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viernes, 13 de mayo de 2011

UNA EXPLOSIÓN DE OPTIMISMO


La UD Las Palmas encuentra un nuevo aliado a su proyecto de Siete Palmas en la Confederación Canaria de Empresarios. Su presidente, Sebastián Grisaleña, pide el apoyo total a la propuesta del partido que gane las próximas elecciones al Cabildo 

Grisaleña y Ramírez, en la sala de prensa
del Estadio de Gran Canaria. (UDLasPalmas.es)
Sebastián Grisaleña, presidente de la Confederación Canaria de Empresarios y en sus tiempos mozos portero formado en la UD Las Palmas, fue categórico en la tarde de este jueves al pedir el apoyo político al proyecto que ha presentado la entidad amarilla para expandirse en torno al Estadio de Gran Canaria. En representación de su gremio habló con claridad sobre la ausencia de un respaldo claro a un club tan emblemático para toda la sociedad isleña: “las entidades políticas no se están portando bien con la Unión Deportiva Las Palmas; pido a todas las fuerzas políticas que se involucren con este proyecto porque es un valor añadido para todos nosotros”.
Grisaleña y los empresarios han oteado con claridad la visión de futuro con la que la UD Las Palmas ha confeccionado su intención de arribo a los edificios de Naciente, al sellar el estadio de fútbol sin las pistas de atletismo y a distribuir los terrenos anexos para la creación de la necesaria Ciudad Deportiva amarilla. “Es inadmisible que la Unión Deportiva no gestione un campo de fútbol propio”, subrayó. “Desde la Confederación Canaria de Empresarios pedimos que cualquier grupo político que gestione el Cabildo después de la elecciones apoye a la Unión Deportiva Las Palmas”, reclamó tras valorar que después de ocho años tras su inauguración la instalación de Siete Palmas sea “fría” y esté sin terminar. “Pedimos que se ceda toda las dependencias del estadio porque el club ha demostrado que es capaz de realizar una gestión profesional” con ella.
El diálogo de Ramírez con el presidente
del Cabildo, José Miguel Pérez, en un palco
repleto de autoridades políticas. (C. Torres)
A su lado, Miguel Ángel Ramírez, escuchaba con gratitud el aliado que había nacido de esta última reunión. “Ramírez tiene una paciencia de Job”, dijo Grisaleña, tras comprobar el débil respaldo político de Gran Canaria con su equipo representativo en relación al que Madeira realiza con el Marítimo de Funchal. “No tiene comparación”, advirtió.
Descubrió que el presidente de la UD Las Palmas, en estos tiempos de crisis, había analizado la posible financiación de todo este ambicioso proyecto que cambiará la concepción del club como institución y como sociedad. “Existe la posibilidad de una financiación público-privada”, dijo tras revisar el contexto actual de la economía. “Hay muchas fórmulas para realizar este proyecto y desde el punto de vista empresarial se ve con una facilidad enorme”, fue su vaticinio.
Miguel Ángel Ramírez, por su parte, agradeció estas muestras de apoyo que se añaden a las de los distintos sectores comerciales de la capital grancanaria (Siete Palmas y Puerto). “Necesitamos un apoyo decidido de los partidos políticos”, indicó el presidente de la UD Las Palmas. “El Cabildo de Gran Canaria triplica o más su apuesta por otras instituciones, otros espectáculos que le cuesta más que la Unión Deportiva. No es proporcional el dinero que se nos entrega en relación a la masa social que mueve nuestro club. Si no nos ayuda, los actuales regidores no  tendremos fuerzas para seguir adelante (…). Necesitamos que el 23 de mayo este proyecto vea la luz”, culminó.

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