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domingo, 29 de abril de 2012

ESTÁ DONDE MERECE ESTAR

Un resultado adverso en forma de derrota no es novedad. Le ha ocurrido en 288 oportunidades a la UD Las Palmas en su hoja de servicios dentro de la Segunda División, la tercera vez esta temporada en el Estadio de Gran Canaria. ¿Qué enoja tanto a la parroquia para que de un partido a otro desaparezcan 3.400 personas de los graderíos?, ¿por qué este equipo no acaba de mantener una línea de juego e intensidad en sus encuentros?. Sin duda, la afición quiere más o aspiraba a más porque cree que la producción de esta plantilla debe ser mayor. Esa sensación es compartida incluso en el consejo de administración del club y entre los técnicos y jugadores, pero de igual forma esa querencia puede disfrazar que existen limitaciones o aspectos del juego que son deficitarios y que han de pulirse si existe el propósito de generar motivos para progresar en la siguiente competición. Las Palmas ha demostrado a lo largo de la Liga que no está a la altura de las plataformas que aspiran al ascenso directo o a promocionar y en el momento de la verdad su fútbol ha llegado a ser previsible, con frágiles conceptos y, lo que estimamos más llamativo, con una vulnerabilidad anímica que delata la ausencia de una moral de equipo ganador. En consecuencia, está donde merece estar.

Corona frena a Vitolo con un empujón, en la primera parte (C. Torres)
La realidad va descubriendo a un conjunto que en el maratón de esta Liga ha ofrecido una irregularidad manifiesta, alejado de las emociones festivas y también -no se olvide- de las penurias clasificatorias que tan profundamente se conocen por estos pagos. Porque detrás de este descontento popular existe un conducto abierto hacia la autoflagelación. Quizá si el equipo hubiese estado inmerso en estas jornadas finales en el fango, embarrado por números negativos y por el temor de otra pérdida de categoría, habría más unidad en torno a sus actuaciones para evitar un naufragio como el del Tenerife la pasada temporada, ejemplo vale. La ambición insatisfecha rompe cualquier perspectiva global de satisfacción porque, por fin, un año se puede cerrar sin haber padecido un instante de sufrimiento o que la entidad sea capaz de generar nuevos recursos deportivos procedentes de su fábrica. 

Pero esto es fútbol, desmemoriado y desleal con proyectos maniatados. El abonado paga y tiene razón: ¿por qué viajar en Segunda cuando por el mismo precio cree poder hacerlo en Primera?. Es cierto. Señores del consejo, tomen nota para 2012-13: laterales seguros, atléticos y profundos; centrales contundentes, centrocampistas rompedores y creativos a la vez, que cometan faltas inapreciables y no se autoexpulsen; un lanzador de penalties seguro (cuatro errados esta temporada), delanteros infalibles, un líder de equipo que no pique en las provocaciones y un portero que hable sólo en el campo ... Y si no tienen dinero para cubrir el presupuesto para una superplantilla 'a lo Depor', invéntenlo.

miércoles, 25 de abril de 2012

UNA FECHA Y UN DESTINO

Existen fechas que, no por la naturaleza de la dureza de aquel momento, pueden caer en el olvido. Hay varias enlazadas entre sí por tsunamis deportivos que se vivieron en la historia sexagenaria de la UD Las Palmas. Este miércoles se cruza en el camino el suceso del 25 de abril de 1992, dos décadas atrás para rememorar el que fue primer descenso hacia la Segunda B (más tarde volvería a ocurrir en 2004), uno de los instantes de perplejidad vividos por la afición grancanaria con el club de fútbol que desde su nacimiento le hizo soñar. Parecía imposible, inimaginable, pero ...

Truman Capote supo dibujar en un sencillo aforismo el movimiento pendular del ser humano y sus vivencias: "el fracaso es el condimento que da sabor al éxito". No cabe duda; veinte años atrás el mismo escudo que hoy sobrevive en la Segunda División estaba herido de gravedad. Ocurría apenas nueve años después de romperse una trayectoria espectacular que durante 19 temporadas ininterrumpidas le llevó a codearse entre los mejores, a ser uno de los mejores. Pero esos días aciagos de 1992 culminaron aquel 25 de abril de un año olímpico con la derrota 2-0 ante el Sabadell que cerró las matemáticas del descenso. Había que pellizcarse para creerlo.


Un fracaso así no fue fruto del azar. "Cada traspié enseña al hombre algo que necesitaba aprender", apuntó Dickens con sabiduría. Las Palmas y su entorno parece no haber aprendido lecciones o, al menos, esa sensación quedó cuando la historia se repetiría. Nos sorprende quizá por ello la profunda insatisfacción general que se ha divulgado en el transcurso de la temporada más tranquila del último lustro, aún por resolver. Como si el estado de salud clasificatoria del equipo no tuviera aprecio o valor,  cuestionándose el juego cuando no la posición en la tabla o los resultados cuando no el fútbol realizado. Cualquier argumento parece válido para romper hechizos, no para generarlos. Hay que ser exigentes, eso siempre; pero también valorar todos los condicionantes propios y ajenos, porque en la competición hay otros proyectos que también están impregnados por la virtud y el desacierto. Y porque también hablamos de un equipo con sus propias limitaciones, que las tiene.


No es ésta una temporada de transición, porque todavía está en curso y porque viene en proceso una reestructuración generacional, condicionada también por la economía global. Si Las Palmas finalmente no alcanza un vagón promocionista es porque, sin duda, sus méritos reales no lo proporcionan ese alcance esta vez, porque en esa balanza estadística se contrapesan virtudes y defectos. Los puntos que quedan en el camino no se extravían por el azar. Toca aprender, eso sí, analizar sin perder la perspectiva de la autocrítica que permita al equipo progresar sin la soberbia del prepotente, algo que en el tránsito de aquella campaña 91-92 no se aplicó con la profundidad necesaria. Y acabó como acabó: en un naufragio. 


No olvidar; tener el armario lleno de recuerdos porque quienes desprecian un destino corren riesgo de volver a repetirlo. Si la posibilidad de un ascenso no está finalmente al alcance, entonces disfrutemos porque tanto sufrimiento en primaveras anteriores nos llenan de motivo para ello. Lo dice un superviviente de ese duro 1992.

viernes, 20 de abril de 2012

UNA APUESTA POR EL TALENTO

Esta semana hemos vivido en pocos días dos episodios que, siendo distantes, guardan conexión. De una parte la queja pública de Pedro Vega quien a sus 32 años ve la posibilidad cierta de culminar etapa y contrato con la UD Las Palmas, el próximo 30 de junio. De otra, la adjudicación vía sorteo del cruce con el Atlético de Madrid en la Copa de España juvenil, la hornada más tierna de la fábrica amarilla que ya va camino de su primer reto nacional del ejercicio. Unos que vienen y otros que se van ...
Los jugadores del filial de División de Honor, con sus técnicos y captador Tonono (C. Torres)


Esa apuesta por el talento siempre ha existido en el club; el crédito de los técnicos o directivos hacia la misma es lo que marca la diferencia. Pero la frase más contundente la ofreció el instructor del filial, Mingo Oramas, uniendo los dos hemisferios: "el problema de Las Palmas", dijo, "es que tiene muchos y muy buenos jugadores de cantera". Pues, bendito problema, señor Oramas.

Pedro Vega, juvenil y prometedor canterano otrora, es ahora víctima de la cruda realidad de un club donde el proceso regenerativo no se para. Protesta el zurdo de San Mateo y, en justicia, puede hacerlo; pero mandan los intereses del club y en el turno generacional ya llegan Artiles, Tyronne, Tana, Martín, ... tocan las puertas Adrián, Néstor, Manu Dimas, Omar, ... se ven al fondo los nombres de Matías, Alejandro Rodríguez, ... y los que vienen detrás. Todo está sucediendo tan rápido que hasta Jonathan Viera es un nombre tan usado que en este abril, apenas dos temporadas después de su debut, nos suena a veterano. 

Tonono, director de captación y formación, es capaz de sintetizarlo todo: "cuando se apuesta así por el talento, ¿quién cierra ahora esa puerta?". Pues, menudo problema ...

lunes, 16 de abril de 2012

EL SECRETO DE UNA PARADA

Descubría Daniel Carnevali en la retransmisión radiofónica del partido, a través de las ondas de la emisora oficial de la UD Las Palmas, el secreto de la parada del meta onubense Manu en el penalti de David González, que pudo definir este sábado una victoria sobre el Recreativo. "Nunca vi a David en un penalti dudar tanto", dijo el legendario arquero argentino. "En su carrera se paró y en ese momento el portero supo que le iba a tirar a su lado izquierdo. Le indicó el disparo", comentó Carnevali.

David elige el lado natural del disparo; Manu adivina (C. Torres)
Porque se refiere Daniel a que los porteros toman como referencia la actitud del delantero a la hora de golpear el balón. Si aparece una duda, lo habitual es que el lanzamiento se ejecute hacia el lado de la pierna natural del lanzador. Y eso fue lo que ocurrió a los 31 minutos de juego. Por la cabeza de David aparecieron varios interrogantes y su oponente acertó estirando el cuerpo hacia el lado correcto, sin necesidad incluso de una intervención felina.

¿Cuántas situaciones imprevisibles suceden en la vida de la UD Las Palmas?. Si tomamos como referencia lo ocurrido esta temporada, David ha sido el mejor lanzador de penas máximas cuando el equipo ha empobrecido su promedio de aciertos: tres goles en seis castigos desde los once metros. El nuevo 'diez' marcó en situaciones con mayor riesgo por la proximidad del fin del encuentro o de una derrota. Anotó en el minuto 91 ante el Guadalajara para empatar 2-2 el partido y abrir la posibilidad posterior del triunfo, con tanto de Jonathan Viera. Y también acertó en el minuto 75 frente al Numancia, en un choque finalmente igualado por los sorianos.

Pero este último sábado le llegó un hilo de duda, suficiente como para que se esfumaran dos puntos en un encuentro lleno de chinchetas. Las Palmas, con errores como éste que ilustran su insuficiente porcentaje de acierto en el fútbol de ataque (no existe correspondencia satisfactoria entre las ocasiones generadas y los goles a favor acumulados), ha cerrado sus tres últimos partidos en casa con sendos empates. Seis puntos en total que volaron en las visitas del Almería, Numancia y Huelva. ¿Cómo sería la tonadilla de la canción de haberlos retenidos?. Da vértigo.

domingo, 8 de abril de 2012

SIN PUNTERÍA, OBRA INCOMPLETA

La escenificación del banquillo de la UD Las Palmas en el encuentro frente al Numancia dibujaba el estado de desesperación general que suscitó la puntería (la falta de) con la que los jugadores titulares del equipo afrontaron esos últimos metros del campo, los de la verdad. Los amarillos desataron una ofensiva en toda su extensión, avanzando metros al contacto con el balón, 'trenzando' el juego que dirían los legendarios periodistas de antaño, actuando con velocidad para sorprender y pisar el área. Todos los conceptos de la victoria los manejó menos la precisión del remate.
El rostro de Juan Manuel al valorar las ocasiones malogradas (C. Torres)

Estamos en la fase real del calendario, ese último cruce en el camino donde las naves ponen el rumbo definitivo. La ruta del sufrimiento no está, por fortuna, en el cuaderno de bitácora de esta temporada. Ni siquiera un minuto en esa senda, cuya estela desapareció al acabar la pasada campaña. Eso, visto hoy desde la perspectiva de la ambición, parece no tener valor pero es una conquista ya avanzada que no se debe dejar de resaltar a la hora de hacer análisis globales.

Lo experimentado en los últimos partidos, esa ilusión que sigue viva, es lo que importa. Pero la realidad es que Las Palmas ha ofrecido dos aspectos de su juego en los encuentros en casa ante Almería y ahora Numancia que ha de pulir de manera importante para que se le pueda considerar con certeza un candidato seguro al éxito. Nos referimos a los errores puntuales defensivos, especialmente a balón parado, y a la mencionada ausencia de puntería. Léase en sentido popular: la mala leche del veterano y el acierto de un 'killer'.

Pequeños detalles han hecho que la obra duramente trabajada quede incompleta. La permanencia podría estar ya incluida en el botín grancanario, porque quizá esta temporada 45 puntos puedan ser suficientes; lo otro, ese objetivo que es mejor no mencionar en abierto, es un reto que se mantiene en pie y que sólo se alimenta con pasos de tres en tres. Al fin y al cabo, la Liga tiene una fuerza de gravedad que ubica a cada uno en su verdadero casillero. Va descubriendo paso a paso virtudes y defectos. Los aciertos de esta UD Las Palmas son múltiples, sus detalles a pulir quizá escasos pero determinantes. Almería y Numancia los exprimieron en momentos de máxima ilusión. Una lástima.

martes, 3 de abril de 2012

MARZO DE ALTURA

Marzo tocó puerto y echó amarras. Era el mes en el que la UD Las Palmas atravesaba algunos macizos de su calendario, con el cruce ante varios de los candidatos de la zona noble de la clasificación. Y los amarillos han superado el tramo con nota de altura. En realidad, sólo el Deportivo (12 puntos) ha cosechado más que las tres victorias, un empate y una derrota (y de aquella manera) obtenidas por los jugadores de Juan Manuel Rodríguez. Con diez puntos también se encuentran Córdoba, Celta, Valladolid y Villarreal B. Es decir, Las Palmas ha establecido el mismo ritmo que los 'mejores' de la Liga en este difícil mes mientras todavía le quedan once citas realmente regadas con ilusión. De ellas, seis corresponden a recepciones en el Estadio de Gran Canaria.

Herner acecha a Ulloa, del Almería (C. Torres)
Un panorama así, con tantas aperturas en el horizonte, no se disfrutaba desde la campaña de Yosu Uribe en 2003. Y si el equipo tiene que perder sus partidos, que ocurra como le sucedió en Zorrilla, ante un rival que tuvo que desplegar todo su potencial, amparándose en un par de decisiones del colegiado que finalmente pudieron poner condiciones a la pérdida de los tres puntos. Esta UD Las Palmas ha entrado en la recta final de temporada con un posicionamiento de equipo con el que hay que contar.

Ahora es fácil hacer el análisis definitivo; incluso hasta se entendería como moralmente lícita la petición de un esfuerzo extra a los jugadores para intentar la última pirueta, cuando el riesgo de una torcedura aparece como algo improbable. Pero la perspectiva de esta exitosa campaña hay que encontrarla desde el verano cuando tantas incógnitas se suscitaron luego de que Las Palmas optara por un incremento de su política de cantera, por la renuncia a pujar en mercados encarecidos y en apariencia ausentes a tener un reflejo en la crisis económica general y con las incógnitas de los fichajes realizados a coste cero. Aquella apuesta valiente se traduce hoy en tranquilidad clasificatoria y esperanzas en los dos últimos meses y medio de competición. Tan saludable como exigir hasta la última gota del zumo es no perder la perspectiva de cuanto se ha realizado; sólo así el análisis se ajustará más a la realidad.