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lunes, 7 de mayo de 2012

LA UD SOBREVIVIRÁ A VIERA

Cada minuto que corría después del plantón sufrido por el Granada en el mercado invernal -tres millones e incentivos dejó de ingresar Pío XII por el 'no' de Viera- era una pérdida económica para la UD Las Palmas, a la que únicamente le queda el consuelo de ver partir a uno de sus mejores productos de la última década haciendo caja para equilibrar su salud en tesorería. El propio director deportivo del Valencia, Braulio Vázquez, reconocía que la temporada pasada (dos años aún de contrato con el club de formación) era demasiado pronto para sacar de la isla sin un coste elevado al futbolista grancanario. Nada digamos lo que hubiese ocurrido el 30 de junio de 2013, a la finalización del convenio con el club amarillo y con la carta de libertad bajo el brazo pues Viera tenía claro que su futuro ya no estaba aquí.

Jonathan Viera (C. Torres)
Porque este equipo al que se le ovaciona o abuchea en función del resultado sobrevive con una pesada carga. Disputa dos Ligas cada temporada: la deportiva, donde los cepos los colocan en buena lid los rivales en los terrenos de juego; y la económica, donde reunir las cantidades previstas en sus presupuestos puede resultar una quimera, como ha ocurrido esta misma campaña con el receso de taquilla y el recorte imprevisto del patrocinio gubernamental, este último producido en plena navegación. Por eso Jonathan Viera tiene que marcharse, porque el club no posee mecanismos ni fondos para retener a sus más cualificados futbolistas. Aunque, en realidad, ninguna entidad puede hoy como antaño ejercer sobre la voluntad de los jugadores si sus cláusulas son susceptibles de liberarse con la cobertura de su pago.

Esta es la dura realidad: los dislates del pasado es la herencia que ha transformado a un alocado club de 40 jugadores por temporada en una entidad donde se mira cada euro y que desde 2005 ha de vender para subsistir. Viera ha sido un ídolo express en el Estadio de Gran Canaria: jugadas brillantes, 15 goles y 16 asistencias en 59 partidos en Segunda División, expulsiones, ovaciones e, incluso, pitada de los aficionados en el transcurso del año de su debut. De todo. Querido, admirado, icono de los jóvenes aficionados, breve internacional sub'21, un talento en ciernes ... pero Las Palmas sobrevivirá a su marcha como ya ocurrió antes con otros. Y quizá a la de Vitolo quien, después de renovar su compromiso con los amarillos recientemente, envía su primera señal de 'yo también quiero': "al final de temporada tenemos que hablar", dijo este lunes. Pues, hablando, que es gerundio.

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